Rápido. ¿Tienes bulla?

Canta un famoso grupo cordobés cuyo nombre está cargado de historia, referencias y un preciado lugar: Velocidad, velocidad, ni el tiempo te puede alcanzar. Más rápido que el tiempo, ese mismo que ni siquiera existe…

Rápido, pasa la página.

Rápido, sírveme la comida, el café, el pan, las bebidas -al menos eso, pero algo, ya. Vamos.

Rápido, págalo, envíalo, recíbelo, úsalo, gástalo, vuélvelo a pagar.

Rápido, reserva, anticipa, prevé, ¡que se acaba!

Rápido, cruza la carretera.

Rápido, lánzate que la luz verde no es eterna, como la roja.

Rápido, avanza ¿qué le pasa?

Rápido, ¡el claxon!

Rápido, corre tras el autobús, que lo pierdes y solo pasan cada tres minutos y medio.

Rápido, ¡qué rabia!, esta máquina está ya vieja.

Rápido, el símbolo está verde, está en línea, ya ha llegado.

Rápido, contesta, lo han visto, te esperan.

Rápido, vete, regresa, vete de nuevo.

Rápido, disfruta ya, espera, ¡rápido otra cosa!

 

¡Rápido!

¡Venga!

De

-ten

-te.

 

 

Como un auténtico granaíno (nótese la ausencia de “de”) me permitiré el uso de esa pregunta que debe de hacerse imprimiendo una cierta malafollá (nótese el tópico) en el tono de la misma: ¿Es que tienes bulla?, que, además, paradójicamente, dado el deje propio a la tonalidad del acento nazarí, la velocidad de dicción resultaría muy lenta debido al alargamiento vocálico tan particular de la zona. Para aquellos no familiarizados con los términos propios de Andalucía y en este caso así recogido en el diccionario de la Academia española (nótese la A mayúscula) daré sinónimos de bulla, a saber, prisa, apresuramiento, etc.

 

¿Quién no se ha enfadado alguna vez con su ordenador, móvil o similar? Y me refiero a una pelea seria, grave, de estas con insultos y malsonantes de los más fuertes y hasta con violencia física. Y con razón, claro. Las maquinuchas están para funcionar, para solucionarnos cosas. Si no lo hacen, es totalmente legitimo desgastar ligeramente la superficie de palmas de manos o nudillos maldiciendo todo lo que seas capaz de verbalizar para que… ¿para qué? para que… ¿funcione mejor? para que ¿nos dé otro resultado igualmente pertinente? para que ¿nos proporcione un resultado de más calidad o profundidad? No, claro.

El cabreo monumental es porque va lento, se queda quieto durante más de cinco segundos o peta, eso ya es el acabose. Un día entero echado a perder. Una tragedia personal, ¡qué digo personal! ¡mundial!

¿Quién no se mosquea cuando ve un doble tic azul, verde o del color de aprobación que la aplicación estime oportuno y no recibe respuesta alguna? ¿Por qué no contesta? ¿Estará bien o es que no me quiere contestar? Y en ese caso, ¿por qué? ¿le caigo mal, acaso? ¡Ah, no espera, si es mi abuela! ¡Ay por dios, le caigo mal a mi propia familia! Un momento… ¡mi abuela no tiene móvil! ¿Quién es entonces? ¿Es un nombre falso? ¿Me están investigando? ¡Ah, no, espera pone escribiendo! Quizás solo estaba en el baño. ¿Por qué tardará tanto en el baño? ¿Me estará escribiendo mientras deposita? ¿Por qué me importa todo esto? ¡Ah, espera ha dejado de escribir y no he recibido nada! ¡Oh dios, ¿por qué soy una mala persona?!

¿Quién no ha tenido alguna vez esta secuencia de pensamientos paranoicos a causa de la necesidad de inmediatez?

De-ten-te.

Tienes a tu contacto enfrente de ti, prueba a utilizar la voz.

Me pregunto si éramos tan impacientes antes de esta era de la comunicación ipso facto. Me pregunto por qué preferimos arriesgar nuestra vida a esperar a que un semáforo cambie de color.

Sí, lo sé, tempus fugit, pero no tan rápido… ¡que me canso!

Un comentario en “Rápido. ¿Tienes bulla?

Deja un comentario