El balcón y el cerro

Mira esas casas del cerro que se asoma a mar; son como plantas blancas que aguardan eternamente el regreso, ¿qué anhelos se estarán escondiendo tras sus hojas aventanadas justo ahora, cuando les estoy lanzando yo, los míos?

¡Oh moradas, tranquilas!

¡Oh cerro escarpado!

Mira la armonía imperfecta del pico erosionado con el agua bailaora, inmediatez et inmensidad rozándose en la punta de unos dedos cualquiera, que se alzan y no llegan.

¡Oh faro iluminado!

¡Oh, luz lejana!

 

En Almuñecar a 20 de julio del 2016

Deja un comentario